domingo, 20 de mayo de 2018

Premios II Concurso de Microrrelatos Ni Peras Ni Manzanas




El pasado viernes 18 de mayo, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional contra la LGTBIfobia, tuvo lugar la entrega de premios del II Concurso de Microrrelatos Ni Peras Ni Manzanas "Venciendo la LGBIfobia". 

Este certamen se creó con la intención de que sirviera a la población LGTBI como un medio más en la conquista de derechos y libertades a través del arte, pues no hay nada más creativo que convertir el dolor y la superación en arte, en este caso, arte literario.  

Son muchos los relatos que hemos recibido. Relatos llenos de humanidad, de esperanzas, de resiliencia, de orgullo y de dignidad,  que ponen de manifiesto la aún permanente necesidad de seguir luchando contra esa irracionalidad social llamada LGTBIfobia, y que algunos insisten en alimentar.  

Nosotras, desde un activismo positivo, con esta iniciativa tratamos de cumplir la doble finalidad de dar expresión pública a todas aquellas personas que han sufrido y sufren las nefastas consecuencias de la intolerancia y la estupidez de despreciar al diferente, y la función de visibilizar esta lamentable realidad social contra la que, afortunadamente, cada vez hay más implicación institucional por parte de casi todas las fuerzas políticas, sindicalistas y asociativas que luchan por los Derechos Humanos. 

No obstante, y como hemos visto recientemente en nuestra Región de Murcia, aún quedan grupos numerosos de personas que se niegan a entender la necesidad de cortar de raíz cualquier manifestación que atente contra la dignidad de la población LGTBI.   Para éstos únicamente tenemos un mensaje:  el mundo avanza, y camina a nuestro favor, a favor del respeto al prójimo y el reconocimiento de la IGUALDAD como valor fundamental, universal e incuestionable.   Para todos los demás sólo tenemos palabras de agradecimiento y de ánimo para continuar en esta lucha por los DDHH, especialmente para la Alcaldía, Vicealcaldía y Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Molina de Segura, por su implicación en este proyecto. 




Primer Premio II Concurso de Microrrelatos Ni Peras Ni Manzanas contra la LGTBIfobia

Iván Zarco Pareja. ¿He salido del armario?

23/11/2002. ¡He salido del armario! Si bien es verdad que ya lo sabían mis mejores amigas y, por supuesto, los dos tíos con los que me he enrollado desde que, gracias a internet, puedo quedar con otros gays, hoy se lo he contado a mi madre y considero que esta es mi verdadera salida del armario, el inicio del camino sin retorno. Hemos quedado en que ella se lo contará a papá cuando crea que es el momento oportuno y, conociéndola, lo encontrará esta misma noche. Luego ya mis hermanos, mis tíos, los primos…

18/09/2006. He salido del armario. Firmado mi primer contrato laboral, y terminada la carrera el pasado mes de junio, hoy he empezado mi primer trabajo oficial. Lo de camarero, reponedor de juguetes en Navidad y demás no cuenta. Me han asignado un puesto fijo en una mesa al lado de un compañero que, cada vez que pasa una chica por delante de nosotros de paso al almacén, me hace comentarios machistas sobre lo buenas que están todas, esperando mi comentario de aprobación o, al menos, mi risa cómplice. Casi al final del día, harto de sus excesos de testosterona, me he visto obligado a explicarle que soy homosexual. “No, si a mí me da igual”, me ha respondido, pero el resto de la jornada no me ha dirigido la palabra. A la salida he visto cómo me miraba mientras hablaba con compañeros de otras secciones. Unos reían y otros miraban al suelo, manifiestamente incómodos. 

12/03/2018. ¿He salido del armario? Empiezo en un nuevo trabajo por enésima vez desde que terminé la carrera. Mi jefe directo, que tiene 25 años más que yo pero pretende ir de coleguita, me ha recomendado que le tire los trastos a Verónica, la de recepción, una “facilona”, según él, después de decirle que no tengo mujer. Harto de situaciones incómodas durante toda mi experiencia laboral, me he cansado de explicar que no tengo mujer porque lo que tengo es un futuro marido, aunque es difícil que me case porque no cuento con el dinero para la boda de mis sueños ni esperanza de conseguirlo. Vuelvo a entrar en el armario y me apolillo.



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