jueves, 1 de febrero de 2018

Hacia la Huelga Feminista


El movimiento feminista que el año pasado ya convocó paros para el día 8 de marzo, ha convocado una Huelga Feminista para este año.  Se trata de un movimiento internacional, surgido a raíz de varios acontecimientos.  

Por un lado, en el año 2016, siguiendo el ejemplo de la huelga de mujeres que se desarrolló en Islandia en el año 1975, en Polonia es convocada una huelga de un día como protesta contra el proyecto de ley que trataba de introducir la penalización del aborto.  La ley fue rechazada en el parlamento. 

Ese mismo año, en Argentina, como consecuencia de una sucesión de asesinatos machistas, a través de las redes sociales se movilizan las organizaciones feministas para organizar un paro de una hora y movilizaciones masivas, que tienen repercusión en la mayoría de los países de América Latina. Entre estas organizaciones está el colectivo "Ni Una Menos", que tomará la iniciativa de internacionalizar el movimiento.   

Tras un segundo paro en Polonia, el movimiento feminista de varios países contacta y crean "Paro Internacional de Mujeres", buscando una consolidación mundial en su lucha por reivindicar la igualdad y en contra del machismo, tratando de hacer un frente común.  Aunque en cada país el machismo se expresa y se extiende de diferentes maneras, la desigualdad entre hombres y mujeres y la violencia contra nosotras, son comunes a todos ellos.  

Antes de terminar 2016, se elige la fecha del 8 de marzo para el Paro Internacional de Mujeres, mientras se van sumando otros países y se empieza a formar un equipo de trabajo internacional.   Para el 8 marzo de 2017 ya eran más de 50 países de todos los continentes en donde las mujeres se movilizaron para parar sus actividades, reivindicar sus derechos y cuestionar todas las formas de desigualdad que sufren debido a su género, con el lema "Si Paramos las Mujeres, Paramos el Mundo". Teniendo este paro tres ejes fundamentales:  de empleo, de cuidados y de consumo. 

En España este paro tuvo un seguimiento desigual en los diferentes territorios,   no obstante, la red de sensibilización y movilización ya estaba en marcha y extendiéndose.

Este año, el movimiento feminista,  ha dado un salto cualitativo convocando una Huelga Internacional Feminista, a la que España se ha sumado, y que ha sido secundada por más de 150 países.  

Esta Huelga tiene como objetivo denunciar la violencia, dar visibilidad a las cargas que soportan las mujeres por ser mujeres, y obligar a la sociedad a repensar el modelo establecido de convivencia, de trabajo, de consumo y de cuidados.  

En el ámbito laboral, este año los sindicatos se han sumado al movimiento, convocando huelgas que amparan los paros de las mujeres en las empresas, de entre 2 y 24 horas.   

Este es parte del argumentario que ha elaborado la Comisión 8 de Marzo, que articula el movimiento feminista:

¿Por qué hacemos huelga?

• Porque nos faltan todas las mujeres que han sido asesinadas por el hecho de serlo, víctimas de feminicidio, y que cada día son más; porque 1000 mujeres han sido asesinadas por violencia machista en los últimos 14 años. 

● Porque no existe protección ni reparación para nosotras, y no hay seguridad efectiva ni justicia para muchas de quienes denunciamos y además, la legislación vigente es ineficaz y no se aplica en su integridad, y los recursos para luchar contra estas violencias continúan siendo insuficientes. 

● Porque nos violan los hombres que se creen dueños de nuestros cuerpos y nos anulan como personas y para mostrar a otros hombres su masculinidad dominadora y violenta. 

● Porque no nos creen, porque cuando denunciamos que hemos sido agredidas se cuestiona nuestro testimonio, se nos juzga a las agredidas y no a los agresores, siendo incongruente que se nos empuje a vivir en alerta ante una agresión y cuando somos agredidas y denunciamos no nos crean. 

● Porque no podemos ocupar el espacio público, los espacios de ocio, la noche, sin vivir experiencias de hostigamiento, acoso y agresiones sexuales por parte de hombres que creen que esos espacios son suyos, que quieren hacer de la calle, la noche, la diversión, un territorio masculino.

● Porque las violencias patriarcales nos afectan a las mujeres de forma diferente en función de nuestro estatus migratorio, nuestra edad, si somos racializadas, gitanas o payas; trans, hetero, lesbianas; si somos asalariadas o no, trabajadoras del hogar, prostitutas, si somos madres o no. Si negamos esa diversidad, invisibilizamos la especial crudeza con que las violencias afectan a algunas de nosotras. 

● Porque la crueldad de las violencias machistas inunda las pantallas de nuestros móviles, televisores, ordenadores, construyéndonos como víctimas y abundando en un imaginario colectivo que normaliza las masculinidades violentas. 

● Porque la mayoría de los medios de comunicación realizan un tratamiento amarillista, lleno de morbo de los casos de violencia contra las mujeres, sin considerarnos como sujetos de derechos y sin asumir su responsabilidad en la lucha contra las violencias machistas. 

● Porque el Estado no asume la responsabilidad que le corresponde y permite, con su pasividad, con la impunidad y con los pocos recursos destinados, que se mantenga la trata de mujeres.

• Porque las mujeres seguimos realizando el trabajo doméstico y de cuidados para cubrir las necesidades básicas de la vida. Un trabajo imprescindible para la reproducción social de la vida, que se invisibiliza y no se reconoce, y que realizamos las mujeres en contextos de precariedad creciente. 

• Porque cuando realizamos el trabajo doméstico y de cuidados en el ámbito familiar lo hacemos de forma gratuita y precarizada, y cuando lo realizamos en el mercado laboral es en condiciones de explotación que van desde la precariedad a la trata laboral. 

• Porque los recortes en sanidad, servicios sociales, educación, y dependencia se hacen a costa del trabajo y el tiempo de las mujeres. La falta de aplicación de la ya limitada “ley de dependencia”, desatiende el cuidado imprescindible de personas que estén en situación de necesitar cuidados específicos o que requieren cuidados para actividades básicas de la vida diaria y no pueda cubrirlos otra persona, y lleva a que las mujeres tengamos que suplir a los servicios públicos. Esto está forzando a que muchas mujeres tengamos que renunciar a nuestros proyectos y deseos. 

• Porque la división sexual del trabajo nos condena también a curros precarios, a la discriminación laboral, a una brecha salarial del 23% que genera precariedad laboral, con mayor incidencia si somos mayores de 45 años. Esta brecha salarial nos obliga a trabajar “gratuitamente” 54 días al año y nos enfrenta a un techo de cristal para acceder a puestos de decisión y poder. 

• Porque las mujeres tenemos muchas menos opciones en el mercado de trabajo debido a las desigualdades y discriminaciones en las condiciones de empleo, la precariedad laboral, la temporalidad de los contratos, los de prácticas, a las bajadas salariales, a la segmentación horizontal y vertical, a la peor remuneración y a la desigualdad que también se refleja en el desempleo. 

• Porque las dobles jornadas de trabajo nos obligan en muchas ocasiones y contra nuestra voluntad, a jornadas a tiempo parcial con consecuencias importantes sobre los salarios, las carreras profesionales y nuestras condiciones de vida, y supone mayor precariedad laboral y vital. 

• Porque, a la vez que se ensalza la maternidad, nos penaliza en el mercado de trabajo, nos perjudica a la hora de que nos contraten, de mantener el puesto de trabajo y de promoción. Es otra discriminación en el ámbito laboral. 

• Porque la precariedad laboral nos arroja a la pobreza, incluso aunque tengamos un trabajo. La suma de las condiciones que se acumulan a lo largo de nuestra vida: peores salarios, mayor trabajo a tiempo parcial y por tanto una base de cotización más baja inciden en peores condiciones a lo largo de la vida, incluida la jubilación. La pobreza es, en consecuencia, mucho mayor entre las mujeres a lo largo de todas las etapas de la vida. Las pensiones contributivas son muy inferiores, así como la cuantía que percibimos. 

• Porque los trabajos más necesarios para la supervivencia y el bienestar de las personas y la sostenibilidad del planeta son los menos reconocidos y sin embargo aquellos que los destruyen tienen una mayor valoración social y económica. 

En el enlace se encuentra toda la información sobre la Huelga Feminista. 

http://hacialahuelgafeminista.org/que-es-la-huelga-feminista/


¡TODAS HACIA LA HUELGA FEMINISTA!